Todo surgió de un mapa de Roma y de mi deseo de encontrar a su diseñador. Así que hago lo que, ya de forma automática, todos hacemos cuando
buscamos algo: lo escribimos en Google. Después de unos clics sin sentido, aterrizo en un sitio que seleccionó los lugares extraordinarios de nuestro
país, resumiéndolos por ciudad.
No tenía nada que ver con el diseñador que estaba buscando, pero no podía dejar de detenerme en Roma y comenzar a recorrer las tiendas artesanales,
las trattorias, las tiendas de ropa, los apartamentos en alquiler, las galerías de arte.
Sinopia.
La Galería Sinopia Laboratori es un espacio expositivo que combina la belleza de lo antiguo con la fuerza visual de lo contemporáneo. Como vasos
comunicantes, antiguos y modernos encuentran un equilibrio gracias al diálogo entre arte y técnica. El concepto de contextualización se lleva a cabo
realizando una síntesis entre las diferentes artes y épocas que interactúan entre sí, implicando también los sentidos.»
Las coincidencias siempre me han fascinado, y especialmente en un momento histórico como este, en el que todo el mundo está amenazado por un
virus desconocido que impone la distancia física, el aislamiento y la prohibición del Convivio, El instinto me llevó a escribir un correo de presentación, un
grito de presencia en el «buen vecindario», para estrechar nuestra mano, para hablar desde las ventanas, y tratar de proteger el silencio de la pandemia.
Con agradable sorpresa a mi correo electrónico siguió una llamada de Raffaella, fundadora de la Galería.
La primera cita tiene lugar en la Galería, la siguiente aquí en el Palacio, y contándonos, Raffaella y yo descubrimos que nuestras historias recorren el
mismo hilo de la sinopía: la Toscana como lugar donde se desarrolla la pasión por la artesanía y las piedras, Roma, la ciudad eterna que rezuma arte pero
que al mismo tiempo esconde sus preciosos artistas artesanos. El deseo mutuo y constante de redescubrir este maravilloso mundo submarino
contándolo a sus ciudadanos e invitando a los viajeros a participar de su enorme belleza.
Las palabras fluyen rápidamente y se posan sobre las obras expuestas en la Galería de Raffaella, para luego entrar en las piedras del Palacio dejándose
acariciar por la historia.
No necesitamos nada más, solo reunirnos, juntos, para un nuevo encuentro del arte.
Palacio de las Piedras al filo de la Sinopía
El caso, la falta de habilidad en la investigación digital, y mi curiosidad innata, dieron lugar a un encuentro particular.